Por: Daniele Loffreda, Asesor Sénior, Marketing Industrial, Ciena
Para la mayor parte de América Latina, el primer contacto de los educadores con el uso generalizado de la tecnología se produjo al tener que adaptarse rápidamente a las clases virtuales en Zoom y resolver cómo cambiar sus lecciones a un formato digital como resultado de la pandemia. A medida que los estudiantes vuelven gradualmente a las clases presenciales, ahora es el momento perfecto para que los proveedores de servicios de telecomunicaciones ayuden a los educadores a preparar una infraestructura que sea compatible con las herramientas de las clases digitales que la próxima generación puede aprovechar para su éxito. Al centrarse en la infraestructura, las empresas de telecomunicaciones pueden desempeñar un papel clave a la hora de proporcionar a los educadores y a los estudiantes herramientas como la reproducción de vídeo, la realidad mixta, la ludificación y la colaboración global en línea.
Dado que tanto nuestros hábitos digitales como la dependencia de la tecnología durante la pandemia han impulsado nuevas formas de interactuar con los demás y nuevos hábitos de trabajo, la transformación digital en el sector educativo – especialmente después de un año de clases a distancia – nunca ha sido más relevante. Dar el siguiente paso y explorar las oportunidades que las tecnologías nuevas pueden aportar a los estudiantes es vital – ya sea para adaptarse a diferentes estilos de aprendizaje o para dar vida a las lecciones.
¿Qué oportunidades digitales pueden aprovechar los educadores?
En muchos casos, las aplicaciones en el sector educativo siguen siendo incipientes, pero habilitar estas oportunidades debería ser una prioridad para los proveedores de telecomunicaciones que trabajan en el ámbito educativo. Las capacidades de reproducción de vídeo, un componente que resultó necesario para mantener la educación lo más normal posible durante la pandemia, ayuda a los estudiantes a encontrar recursos útiles, tutorías u otro tipo de asistencia que no podrían encontrar en un entorno de clase tradicional. Las aplicaciones de realidad mixta pueden transformar el aula en una realidad interactiva y virtual, ayudando a desarrollar la creatividad, la colaboración y a meterlos de lleno en el plan de clases.
La ludificación es otro concepto que emplea herramientas digitales para ayudar a enriquecer la experiencia de aprendizaje e involucrar a los estudiantes. El uso estratégico de los juegos en el aula puede proporcionar nuevas formas de explorar temas que suelen ser difíciles de enseñar, como la programación o los idiomas. Las tecnologías en el aula permiten a los estudiantes apreciar el mundo global en el que vivimos e interactuar con otros estudiantes en diferentes rincones del mundo.
La inteligencia artificial también puede desempeñar un papel fundamental en el desarrollo de planes personalizados que se adapten al estilo y al ritmo de aprendizaje de un estudiante en particular. Con base en la reacción de un estudiante al contenido, los algoritmos detectan patrones y responden en tiempo real con instrucciones, revisiones e intervenciones basadas en las necesidades y habilidades únicas del estudiante. La combinación de estas plataformas con el análisis predictivo ayuda a transformar digitalmente la experiencia de aprendizaje tanto para el estudiante como para el docente.
Las redes de telecomunicaciones – haciendo que todo sea posible
Conseguir que todas estas aplicaciones sensibles a la latencia y con un gran ancho de banda funcionen correctamente depende de las redes. Como hemos visto en otras iniciativas digitales igualmente exigentes, tales como los vehículos autónomos o las ciudades inteligentes, la clave está en garantizar que las redes se construyan y gestionen adecuadamente. Si a los estudiantes se les cierra constantemente una aplicación, si sus pantallas se congelan o si la red se cae, los estudiantes se frustran rápidamente, no pueden completar sus tareas y se atrasan rápidamente. Las interrupciones debidas a la tecnología repercuten en el rendimiento de los docentes y provocan aversión al uso de las tecnologías en el futuro una vez que hayan experimentado los problemas.
Los proveedores de servicios deben garantizar que las redes educativas estén a la altura de la prestación de estos servicios, de manera que las redes no se vean desbordadas y se mantenga la calidad de la experiencia. Las redes utilizadas en el sector educativo suelen tener dispositivos separados para las funciones de red (como firewalls, enrutadores y conmutación), la gestión de red reactiva y los procesos manuales que ralentizan la resolución de problemas de red y dificultan la implantación de nuevas tecnologías.
Apoyar a los profesores y a los estudiantes para que las redes sean más versátiles significa que las redes deben dar el siguiente paso para evolucionar y ser más rápidas, cercanas, inteligentes y fiables. Las redes más rápidas aportan la capacidad y la velocidad de datos necesarias para procesar los chats de vídeo y la colaboración con los estudiantes que se encuentran al otro lado del mundo (¡o de la ciudad!); las redes más cercanas permiten procesar los datos más cerca y reducir la latencia que podría hacer que una experiencia de realidad mixta sea exitosa o no; las redes más inteligentes con automatización, IA y análisis de datos facilitan la gestión de la red, permitiendo que sea controlada desde una ubicación central; y las redes más seguras facilitan la gestión de la red al aumentar la concienciación para atender de forma proactiva los problemas antes de que se produzcan – dando mayor tranquilidad a los educadores y a los estudiantes que dependen de la tecnología. Al adoptar estas medidas, las redes de telecomunicaciones pueden contribuir a abrir la puerta de una nueva era educativa más inclusiva desde el punto de vista digital.