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Mambu es el responsable de la transformación del sector financiero en la región

La investigación de la empresa fintech Mambu pronostica que el sector minorista representará el 49% del mercado financiero embebido

La esperada entrada al mercado colombiano de los bancos digitales BTG Pactual, Lulo Bank del Grupo Gilinski, e IRIS de la Financiera Dann Regional, ha sido posible gracias a Mambu, la plataforma líder de core bancario 100% digital nativa en la nube. Mambu, opera bajo el modelo de Software como Servicio (SaaS por sus siglas en inglés), y es el habilitador detrás de las instituciones financieras disruptivas que buscan ofrecer productos y servicios digitales en el mercado, de manera ágil, flexible y escalable.

Según la Superintendencia Financiera de Colombia, mientras que en 2019 la mitad de las transacciones financieras se hacían en canales digitales, en 2020 estas subieron a 59% y a mayo de este año ya representaban el 65% del valor de las operaciones monetarias en el país[1]. Estas cifras no solo muestran que los consumidores colombianos están cambiando su comportamiento, sino que también son un llamado de atención a los bancos tradicionales para que busquen soluciones más innovadoras, que apoyen esta tendencia y que a su vez, les traiga como resultado una mayor eficiencia en los costos. De esta manera podrán llegar a más personas y convertirse en habilitadores de inclusión financiera.

Las expectativas y necesidades de los clientes finales han cambiado en los últimos años, algo que Mambu conoce muy bien. De hecho, de los cinco instituciones financieras digitales, entre neobancos y bancos digitales en Colombia que tienen licencia bancaria completa, tres de estos utilizan el core bancario 100% digital de Mambu. La apuesta es que la digitalización puede ampliar en gran medida la accesibilidad de los servicios bancarios a poblaciones que anteriormente no estaban atendidas, aumentando así las bases de clientes y las cuotas de mercado de las instituciones financieras.

Según la Superfinanciera, aunque el 88% de los adultos colombianos tienen acceso a productos financieros, la cifra llega sólo al 69% de la población rural y cae hasta 57% en las zonas rurales dispersas. Además, el acceso de las poblaciones rurales a estos servicios no era dado por los bancos tradicionales, sino por otras instituciones financieras como cajas de ahorro, las cuales ofrecen productos más relevantes para el segmento.

Dado que el acceso a los servicios bancarios físicos como sucursales o cajeros electrónicos se redujo en un 40% durante los cierres pandémicos de Colombia según la consultora Findasense, las instituciones financieras con visión de futuro están acelerando su digitalización para llegar a estos nuevos clientes potenciales, un proceso que venía ocurriendo desde la masificación del internet, el cual forma un pilar fundamental para poder lograr esta aceleración.

Los nuevos comportamientos que se han producido ya han alterado de manera irreversible el sector financiero de Colombia. La alta tasa de uso de teléfonos celulares de los colombianos (el país tiene 60,8 millones de teléfonos celulares, es decir, 1,2 por cada persona en el país) les permitió, según reporta la Superfinanciera, transferir 67 billones de pesos (unos 17 mil millones de dólares) a través de 2.500 millones de transacciones por teléfono celular en 2020. En esa digitalización, las entidades bancarias no solo se han visto enfrentadas al desafío tecnológico, sino también a la preparación del talento humano y al cambio cultural necesario para competir en esta realidad. Ante estas tendencias en continuo crecimiento, los bancos tradicionales que no aceleren sus servicios a la digitalización se verán sin duda reemplazados por los competidores que sí lo hagan. Además de esto, si con la masificación de los teléfonos inteligentes la digitalización era ya una urgencia para la banca, se aceleró con las medidas de cuarentena por la pandemia del COVID-19.

Aunque algunos de los bancos colombianos ya empezaron este cambio hace muchos años, los que deseen mantener y crecer sus posiciones en el mercado a lo largo de esta época de evolución digital deben alcanzar la modernización de sus infraestructuras y poder replantear su core bancario para incorporar  no solo tecnologías que sean más seguras y adaptables para que los ayuden a mantenerse competitivos, sino que también puedan crear y lanzar nuevos productos y/o servicios para mejorar la experiencia del cliente final. Esta modernización de infraestructura, implica utilizar tecnologías basadas en la nube, lo cual permite que las instituciones financieras creen un ecosistema tecnológico acorde con la visión comercial de la misma, y se pueda escalar de manera indefinida y segura. Como consecuencia, esto permite una reducción de costos porque al implementar el modelo SaaS y trabajar sobre una infraestructura en la nube, deja de ser necesario tener grandes inversiones de capital para mantener servidores y se convierten en costos operativos (OpEx vs CapEX), los cuales varían dependiendo de la necesidad del momento de la institución bancaria

Es innegable que la banca colombiana se está modernizando y liderando la revolución bancaria digital, un proceso que se profundizará a medida que llegan más competidores a este nuevo segmento. Actores como Lulo Bank, BTG Pactual, IRIS y Avista  han visto en Mambu un aliado para poder acelerar esa evolución de servicios financieros. El status quo obsoleto ya no es sostenible. Para competir en el cambiante sector financiero colombiano, las instituciones financieras tendrán que tomar decisiones más drásticas para adoptar plenamente la digitalización.

Carlos Cantor

Carlos Cantor

GeekAdicto
Ingeniero industrial apasionado por la tecnología. Colombiano amante de la cerveza. Adicto a los E-sports.