La carrera por tener estrategias para utilizar múltiples nubes ya no es una novedad. Aun así, hay muchas dudas que se deben aclarar sobre cuál es la mejor opción para satisfacer las necesidades actuales y conseguir ganancias efectivas en los negocios. La verdad es que existe una gran diferencia entre los beneficios potenciales de las estrategias de nubes híbridas y su implementación real. Una encuesta encargada por Dell Technologies y llevada a cabo por ESG mostró que el 80% de los líderes de TI en grandes y medianas empresas posee una estrategia de nube híbrida, pero solo el 5% consigue el objetivo de una arquitectura coherente. Esto nos muestra que las empresas confían en el valor de una estrategia “multi-nube”, pero que aún queda mucho trabajo por delante.
En “Lo que se debe saber antes de adoptar una estrategia multi-nube”, abordé las características de una infraestructura híbrida y sus desafíos de implementación. Las estrategias de múltiples nubes se concretan de manera eficaz cuando se utilizan para optimizar los costos y aumentar la agilidad, tanto en la ejecución de las aplicaciones críticas actuales, como en el desarrollo de las nuevas aplicaciones nativas en la nube.
Uno de los principales obstáculos en el camino de la transformación digital es la administración de la creciente diversidad de cargas de trabajo, acompañada por limitaciones de costos y complejidad de infraestructuras de TI. El CORE, el EDGE y la Nube, necesitan de atención y mantenimiento para que los equipos de negocios consigan aprovechar efectivamente la información y los datos generados, y que no se generen nuevos problemas para los administradores. Además, para simplificar esa dinámica con las TI, surge la automatización, aprovechando el software de la propia infraestructura.
Es necesario ir más allá de las soluciones que son solo equipos que almacenan datos o conectores de red, hacia ofertas que provean inteligencia y simplificación para el negocio. Con la aplicación de aprendizaje automático, sistemas inteligentes que reducen la necesidad de mano de obra desde su implementación, procesos automatizados de aprovisionamiento inicial, migraciones, balanceo de carga y resolución de problemas; acciones necesarias hoy, pero que exigen tiempo y recursos que, si se automatizasen, podrían dedicarse a la innovación.
Así como un vehículo moderno nos ofrece asistencia para mantenernos en el carril y otras acciones automatizadas de navegación de forma independiente, existen opciones de infraestructuras autónomas que permiten que el administrador indique el resultado esperado (o destino del viaje) y el sistema calcula el mejor trayecto. Así, los administradores consiguen ampliar el uso de sus soluciones de nube y efectivamente garantizar la reducción de costos y el aumento de la eficiencia operativa, además de aprovechar los mejores recursos ofrecidos por distintos proveedores.
La automatización de procesos no es solo para simplificar la vida, sino también para reducir los errores humanos en operaciones repetitivas. Datos de Gartner indican que, en 2023, el 40% de los equipos de infraestructura y operaciones de las grandes empresas utilizarán soluciones automatizadas con inteligencia artificial, lo cual aumentará la agilidad, la productividad y la escalabilidad. La consultora incluso cree que la automatización no estará limitada a las actividades básicas del día a día, sino que también se aplicará en funciones que exijan algún esfuerzo mental en su operación. Por ejemplo, ir más allá de identificar una falla y presentar opciones para corregirla o incluso resolverla de forma directa.
Actualmente, lo que podemos encontrar son soluciones con asistentes, que facilitan el control del ciclo de vida y reducen los riesgos de infraestructura, ya que simplifican las operaciones cotidianas y la administración del ciclo de vida con actualizaciones de sistema modular automatizado, y verifican continuamente las configuraciones correctas de hardware, software y firmware. También existen servicios de asistencia en expansión, que relacionan el tamaño de la infraestructura con las necesidades del negocio, agregando, eliminando o redistribuyendo capacidad de automatización con recursos automáticos que tienen capacidad de aprovisionamiento y escalabilidad.
La aplicación de software en la infraestructura crea una colaboración disruptiva con el monitoreo de los sistemas de almacenamiento y combina aprendizaje automático e inteligencia humana para ofrecer análisis de capacidad y rendimiento en tiempo real.
Finalmente, la importancia de los equipos de TI combinados con la automatización de procesos y una estrategia bien diseñada de múltiples nubes será capaz de resolver los problemas reales de las operaciones y brindar ganancias efectivas en los negocios. Es necesario sumar inteligencia humana y aprendizaje automático para garantizar el éxito en este proceso.