La industria de los videojuegos en el mundo ha alcanzado unos volúmenes de miembros que hasta hace una década serían impensables. Para ser más precisos, y según el informe Global Games Market, llevado a cabo por Newzoo, en el mundo hay más de 3.000 millones de gamers.
Sensor Tower Data indica que, el año pasado, esta industria registró ingresos por 175.800 millones de dólares y se espera que para 2025 el gasto de los jugadores ascienda a 138.000 millones de dólares, convirtiéndola en la segunda categoría de consumo en Internet luego de las redes sociales.
Por su parte, Statista Digital Market Outlook indica que en 2021 el gaming tuvo unos ingresos globales totales de más de 156.000 millones de dólares.
De los seis mayores mercados mundiales de videojuegos, cuatro se encuentran en Asia y son encabezados por China, en donde se prevé que en 2025 habrá facturaciones de más de 70.000 millones de dólares.
El segundo mayor mercado del mundo, con una avaluación de 30.000 millones de dólares, aproximadamente, es Estados Unidos. En el caso de América Latina México es el décimo mercado más grande a escala mundial y el mayor de la región, con ingresos estimados en 2.300 millones de dólares para 2021.
En Colombia, el estimado del año pasado era de 19,9 millones de jugadores, aproximadamente, y 480 millones de dólares de ingresos generados.
Todas estas cifras no hacen más que confirmar el acelerado crecimiento de esta industria y cómo la relación que ha tenido con la tecnología de procesos de datos y el Edge Computing ha labrado su actual éxito global.
“Hasta hace unos años, los juegos online usaban un modelo cliente – servidor que requería de servidores dedicados y ubicados en el mismo lugar para ejecutar la infraestructura en línea, una innovación que únicamente los grandes estudios y editores podían permitirse”, dice David Lacobucci, director Comercial de Cirion Technologies.
Hoy, y gracias a los desarrollos en la industria de las redes y a los recursos informáticos en la Nube, los editores y desarrolladores de videojuegos de cualquier tamaño pueden solicitar recursos de los Data Center sin estar atados a modelos rígidos, ya que forman parte de sistemas globales integrados de transmisión de datos de alta calidad y eficiencia.
En el caso de los juegos online, a las personas nos les agrada quedarse “congelados” o tener un delay de segundos, que es lo que se conoce como latencia.
Para evitar estas situaciones, la tecnología de Edge Computing evita que los datos recorran grandes distancias en su procesamiento y que regresen a los lugares en donde son necesarios, lo que puede significar una reducción de la diferencia de 10 a 5 milisegundos, algo que un jugador online realmente necesita y aprecia.
Por ejemplo, Fortnite, uno de los juegos con más adeptos en el mundo, posee cerca de 350 millones de cuentas y 2.500 millones de conexiones de amigos. En algunos momentos puede llegar a tener 8,3 millones de jugadores en simultáneo, sin considerar eventos en tiempo real, cuya audiencia es enorme.
El éxito masivo de este tipo de juegos no sería posible sin el apoyo de las tecnologías mencionadas, que les permiten a los gamers jugar sin interrupciones, manteniendo la experiencia de usuario siempre en una óptima calidad, sin importar desde qué lugar estén conectados.
“Además de la latencia, el Edge Computing es capaz de entregar seguridad, velocidad y capacidad en la protección de datos. Según IDC, para 2025 más de 50.000 millones de dispositivos se conectarán a Internet y la mayoría sería gestionada por Edge Computing. Con esta tecnología es posible desarrollar casi cualquier solución innovadora”, concluye Lacobucci.