La tecnología de identificación por radiofrecuencia (RFID) ha revolucionado la gestión de activos, la logística y el comercio minorista al permitir el seguimiento rápido y preciso de objetos, personas y animales. A diferencia de los códigos de barras, RFID no requiere una línea de visión directa, lo que hace que las lecturas sean más eficientes y simultáneas. Esta tecnología está siendo ampliamente adoptada en industrias que buscan optimizar procesos, reducir errores y mejorar la seguridad.
En el comercio minorista, RFID se utiliza para mejorar el control de inventario, minimización de hurto, acelerar el pago y mejorar la experiencia del consumidor. Las grandes cadenas de tiendas ya implementan RFID para rastrear los productos en tiempo real, reduciendo los desabastecimientos y optimizando la reposición de inventario. En el sector de la moda, por ejemplo, la tecnología permite localizar rápidamente artículos específicos, mejorando la eficiencia operativa.
A pesar de estos beneficios, aún persisten muchos mitos y conceptos erróneos sobre su uso, costo y efectividad. Zebra Technologies presenta 10 de ellos para permitir a los negocios evaluar sus posibilidades de implementar esta útil herramienta:
Mito #1: RFID es solo para grandes empresas
Si bien las grandes empresas fueron las primeras en adoptar RFID, hoy en día la tecnología es accesible para empresas de todos los tamaños. El costo de las etiquetas y la infraestructura se ha reducido significativamente, lo que permite que las empresas más pequeñas también adopten la tecnología. Por ejemplo, si una pequeña empresa desea mejorar la visibilidad y la gestión de sus activos, puede utilizar lectores RFID portátiles y etiquetas de bajo costo, que pueden imprimirse internamente con impresoras RFID accesibles. Además, RFID no requiere un complejo Sistema de Gestión de Almacenes (SGA), y puede funcionar de forma independiente a través de aplicaciones básicas conectadas a una base de datos.
Mito #2: Se requiere un sistema de código de barras antes de implementar RFID
Muchas empresas creen erróneamente que necesitan tener un sistema de código de barras establecido antes de invertir en RFID, pero esto no es cierto. RFID se puede implementar directamente sin ninguna infraestructura de código de barras previa. Si bien algunas empresas optan por adoptar los códigos de barras antes que RFID como paso intermedio, esto no es obligatorio. Las empresas que necesitan un seguimiento más eficiente pueden adoptar RFID desde el principio e incluso combinar ambas tecnologías según sea necesario.
Mito #3: RFID reemplazará a los códigos de barras
Al comienzo de la popularización de RFID, algunos expertos predijeron que la tecnología reemplazaría a los códigos de barras, pero esto no sucedió. Cada una de estas tecnologías tiene su papel específico y coexisten en muchas aplicaciones. RFID es ideal para situaciones que requieren escaneos rápidos y simultáneos de varios artículos, mientras que los códigos de barras siguen siendo una opción viable y rentable para rastrear productos individualmente. En muchos casos, RFID y código de barras se complementan para optimizar la operación.
Mito #4: RFID siempre proporciona información en tiempo real
Si bien RFID ofrece una mayor visibilidad de los activos y el inventario, no siempre funciona en tiempo real. La obtención de datos en tiempo real depende de un sistema de lectores RFID fijos estratégicamente colocados, como en los portales de entrada y salida del almacén. De lo contrario, las lecturas solo se actualizan cuando un elemento pasa a través de un lector de mano. Por lo tanto, es importante definir claramente los requisitos del proyecto antes de la implementación.
Mito #5: RFID es solo para el control de inventario
RFID es ampliamente utilizado para el control de inventario, pero su aplicación va mucho más allá de eso. La tecnología también se utiliza para el seguimiento de equipos industriales, el control de acceso de personas a áreas restringidas, la gestión de activos en hospitales, el seguimiento de equipaje en aeropuertos, el control de mantenimiento de máquinas e incluso en soluciones de seguridad para evitar falsificaciones y robos, la trazabilidad de materia prima o partes en manufactura, el control de retornables (palets, bandejas para poner productos, etc), asegurar embarques, seguimiento de personas (ej. Minería) y muchas otros usos más.
Mito #6: RFID compromete la privacidad
Muchas personas temen que las etiquetas RFID puedan usarse para un seguimiento incorrecto, pero esta preocupación no está justificada. Los sistemas RFID no funcionan como el GPS y solo se pueden leer cuando están dentro del alcance de un lector compatible. Además, la información almacenada en las etiquetas RFID suele ser solo números de identificación, que solo tienen sentido cuando se vinculan a una base de datos segura y de acceso restringido.
Mito #7: RFID resuelve todos los problemas de seguimiento
Si bien RFID ofrece numerosos beneficios, no es una solución mágica que resuelva todas las necesidades de seguimiento. Existen diferentes tipos de RFID: pasivo, activo y UWB (Banda Ultra Ancha), cada uno adecuado para aplicaciones específicas. Para que un sistema sea eficaz, es esencial elegir la tecnología adecuada, evaluar los desafíos del entorno de lectura y combinar RFID con otras soluciones, como sensores IoT y software de análisis de datos.
Mito #8: RFID es 100% preciso
Si bien los sistemas RFID pueden alcanzar niveles de precisión superiores al 99,5%, no son infalibles. Factores como la interferencia de metales y líquidos, la posición de la etiqueta e incluso la configuración de los lectores y/o antenas pueden afectar la velocidad de lectura. Para garantizar una alta precisión, es fundamental realizar, un levantamiento correcto de las necesidades del cliente, pruebas de campo antes de la implementación y ajustar la posición de los lectores y las etiquetas según sea necesario.
Mito #9: La transición a RFID es compleja y costosa
Muchas empresas creen que la adopción de RFID requiere grandes inversiones y cambios complejos, pero la realidad es que la implementación se puede hacer de forma gradual y accesible. Las pequeñas empresas pueden comenzar con lectores manuales, etiquetas y una impresora antes de expandirse a un sistema automatizado. Además, el Retorno de la Inversión (ROI) puede ser rápido debido al aumento de la eficiencia y la reducción de las pérdidas y errores operativos.
Mito #10: Implementar RFID es difícil
Con los avances tecnológicos, la implementación de RFID se ha vuelto más accesible e intuitiva. Muchas soluciones RFID son fáciles de integrar con los sistemas existentes, y las empresas especializadas ofrecen soporte completo, desde la selección del equipo hasta la instalación y la capacitación del personal. Además, existe una amplia gama de opciones de software que permiten gestionar los datos recogidos por RFID sin necesidad de conocimientos técnicos avanzados.
Al desacreditar estos conceptos erróneos, está claro que RFID es una herramienta poderosa y accesible para las empresas que buscan una mayor eficiencia y control sobre sus procesos. A medida que la tecnología continúa evolucionando, surgen nuevas oportunidades para mejorar la gestión de activos y optimizar las operaciones en una variedad de industrias.