Decir que el mundo ha cambiado drásticamente como resultado de la crisis sanitaria de COVID-19 ya se ha convertido en un eufemismo. La realidad es que muchos de los efectos de esta crisis aún se están comprendiendo. Uno de los muchos temas en boga es la ciberseguridad mientras los niños estudian en casa, entre otras cosas porque el modelo de enseñanza híbrido o virtual ya es una realidad para muchas familias.
Considérese que hace meses, cuando comenzó la pandemia, las preocupaciones inmediatas de la población, comprensiblemente, giraban en torno a la economía, la infraestructura sanitaria y la salud familiar. De hecho, el Índice de Seguridad de Unisys, un estudio mundial de las preocupaciones de seguridad de los consumidores, mostró que sólo el 70% de los colombianos expresaron serias preocupaciones por el impacto de la pandemia en la educación de sus hijos. Nuestra opinión es que había – y sigue habiendo – una falsa sensación de seguridad al trabajar, comprar y usar la educación a distancia.
Ahora, más acostumbrados al aislamiento social, los estudiantes parecen pasar mucho más tiempo en sus computadoras. Advertimos del riesgo de las amenazas cibernéticas, que pueden incluso afectar a otros miembros de la familia que utilizan una red Wi-Fi compartida.
Algunos consejos para que las familias se mantengan digitalmente seguras mientras navegan en este nuevo entorno, ya sea educando a sus hijos en casa o simplemente estando en línea.
- Monitoreo de los riesgos – Si los adultos no pueden supervisar completamente a un niño mientras está en la escuela, es posible utilizar un «software de protección parental» que ayuda a monitorear las computadoras e incluso puede utilizarse para enseñar a los niños qué sitios web son o no apropiados. Estas plataformas también generan informes sobre el contenido general al que acceden los niños en la web.
- Eduque a sus hijos sobre la seguridad cibernética – Es importante crear conciencia para que sus hijos estén siempre conectados y hablen sobre lo que ven en Internet. Darles espacio y crear relaciones de confianza para que puedan pedir cosas sin miedo a represalias es fundamental para evitarles posibles peligros que puedan surgir en la web.
- ¡Revisa los links e hiperlinks! Si tienes preguntas sobre el contenido al que acceden tus hijos, vale la pena comprobar el dominio de la URL para asegurarte, por ejemplo, de que el «https:» está ahí. Este acrónimo representa que ese sitio no es una copia usada para el robo de datos. También podemos contar con los motores de búsqueda en línea para comprobar la idoneidad de las páginas a las que acceden sus hijos. Otro consejo: antes de hacer clic en las páginas que te envían, pasa el mouse por encima del enlace con tu flecha y asegúrate de que te lleva al sitio deseado.
- Proteja correctamente su computadora – Asegúrese de que está protegiendo su red Wi-Fi y los dispositivos de su casa corrigiendo y actualizando las versiones de software. Otro consejo básico, pero muy importante: cambie sus contraseñas frecuentemente, usando más de ocho caracteres e incluyendo letras mayúsculas y minúsculas, números y letras especiales.