La reciente escalada comercial entre Estados Unidos y China ha vuelto a poner sobre la mesa la aplicación de aranceles, generando efectos que ya se sienten en distintos rincones del mundo. Colombia no es la excepción. Esta situación puede traer consigo un aumento en los precios de productos importados como repuestos, llantas y lubricantes, además de una mayor volatilidad en el precio del dólar, lo que impacta directamente los costos de transporte y operación. A esto se suma la presión sobre el precio internacional del petróleo, que afecta de manera directa el valor del combustible.
En medio de este panorama, el sector transporte en Colombia enfrenta mayores desafíos: costos operativos en alza, un entorno económico incierto y la necesidad constante de adaptarse con rapidez. En este contexto, la eficiencia y la capacidad de tomar decisiones bien informadas se vuelven claves para seguir adelante. La coyuntura actual pone a prueba la solidez del ecosistema logístico del país, donde herramientas tecnológicas pueden marcar la diferencia entre enfrentar la tormenta con estabilidad o hacerlo desde la urgencia.
Geotab subraya que escenarios de esta magnitud no permiten improvisaciones. Por el contrario, la clave para mantener la competitividad y proteger la rentabilidad frente a un entorno económico desafiante está en aprovechar los datos de forma inteligente y tomar decisiones oportunas, basadas en información clara y precisa.
“Desde hace años, el transporte no solo compite en las carreteras, sino también en las decisiones que se toman en tiempo real desde un panel de control. Por eso, en momentos de presión financiera y operacional como los que vivimos, contar con información precisa sobre el estado de los vehículos, el consumo de combustible y la eficiencia de cada ruta ya no es una ventaja: es una necesidad”, afirma Juan Cardona, Vicepresidente de Ventas de Geotab.
Costos operativos en ascenso, ¿cómo protegerse?
En este escenario, la tecnología juega un papel fundamental. Las soluciones de gestión de flotas basadas, como la telemática y la video telemática, se han convertido en aliadas clave para enfrentar estos desafíos. A través del monitoreo en tiempo real, es posible identificar comportamientos de manejo que generan sobrecostos, como frenadas bruscas o exceso de velocidad, y optimizar rutas para reducir tiempos muertos, consumo de combustible y desgaste del vehículo.
Además, tecnologías como la video telemática agregan un valor adicional: permiten ver lo que ocurre en carretera, entender incidentes y mejorar la seguridad del conductor, protegiendo tanto a las personas como a los activos.
“No se trata solo de que las grandes flotas tengan acceso a tecnología de punta. Hoy, los pequeños y medianos transportadores en Colombia también necesitan herramientas que los ayuden a ser más eficientes y competitivos. En un país donde moverse es cada vez más costoso, contar con datos claros puede marcar la diferencia entre mantenerse en el camino o tener que parar”, añade Cardona.
Hoy más que nunca, la tecnología no es un lujo: es parte esencial del trabajo diario. No viene a reemplazar la experiencia del transportador colombiano, sino a complementarla con información clara, útil y oportuna. En un entorno lleno de cambios e incertidumbre, contar con datos confiables no elimina los desafíos, pero sí permite enfrentarlos con mayor preparación, visión y capacidad de respuesta.