Las plantas automatizadas, la inteligencia artificial aplicada para incrementar la eficiencia operativa, y el uso estratégico de grandes volúmenes de datos en la nube para perfeccionar procesos y optimizar negocios, han dejado de ser un sueño futurista y se han convertido en una realidad tangible. Las empresas están capitalizando el potencial de estas tecnologías, mientras que la digitalización está elevando notablemente la eficiencia y competitividad de los negocios.
A pesar de los avances globales en transformación digital, todavía hay un margen considerable para la mejora. Muchos sectores aún utilizan servidores, sistemas y procesos basados en tecnología de décadas anteriores. Según, el Kyndryl Readiness Report 2024, aunque el 94 % de los líderes globales consideran la modernización una prioridad, 44 % de la infraestructura de TI de misión crítica (aquella que no puede sufrir interrupciones), está llegando al final de su vida útil, lo cual representa no sólo vulnerabilidades de seguridad, sino desafíos como la falta de eficiencia, los altos costos de mantenimiento y dificultades para integrar nuevos sistemas e innovar.
En el sector de manufactura, la gestión de riesgos tecnológicos es de suma importancia. Según el informe de Kyndryl, solo el 31% de los líderes del sector se siente preparado, en comparación con el 39% a nivel global. La persistencia de infraestructuras obsoletas y la carencia de estrategias adecuadas agravan esta problemática, incrementando riesgos asociados como la inseguridad, la ineficiencia y los altos costos. No obstante, el mayor desafío radica en el «conformismo tecnológico»: operar con herramientas desactualizadas puede representar un obstáculo más significativo que la propia obsolescencia de la infraestructura.
Un caso en América Latina sobresale como un ejemplo de innovación en la actualización de sistemas legados. Corona enfrentaba un reto importante en una de sus plantas en Estados Unidos: una infraestructura tecnológica desactualizada, con sistemas físicos en necesidad de modernizarse y procesos críticos dependientes de servidores locales.
¿Cómo Corona logró innovar sin frenar la operación?
El desafío no solo era modernizar, sino hacerlo sin comprometer la continuidad operativa y sin perder el valioso historial de datos acumulado durante tantos años. Para ello, el equipo de tecnología diseñó una estrategia ambiciosa: migrar toda la infraestructura a la nube con tecnología de Azure en un tiempo récord. Con el apoyo de TI724, empresa especializada en soporte y consultoría de TI, que asesoró la implementación de la tecnología de Microsoft, Corona logró definir un plan de migración eficiente y sin riesgos. Para ello, utilizó Skype TAP en Azure, una solución que le permitió a la empresa trasladar sus sistemas tradicionales sin interrupciones y con la seguridad de que los datos críticos permanecerían intactos.
“Nos enfrentábamos a una infraestructura tecnológica desactualizada y prácticas tecnológicas con oportunidad de mejora”, explica Luis Felipe Duque, Director Corporativo de Infraestructura y Servicios de Tecnología de Corona.
El proceso de migración se realizó en un solo fin de semana, tras un mes de pruebas intensivas para asegurar que todo funcionara a la perfección. Fue una carrera contra el tiempo, ya que cualquier fallo inesperado en los servidores físicos antes de la migración podría haber causado una interrupción definitiva. Los beneficios de esta modernización fueron inmediatos y contundentes:
La migración de los servidores on-premise aseguró el flujo sin interrupciones de la operación y la infraestructura en la nube ahora garantiza disponibilidad constante. Las tareas que antes tomaban horas ahora se realizan en minutos, lo que ha optimizado la eficiencia operativa. La actualización permitió a Corona unificar sus estándares tecnológicos en todas sus plantas y oficinas, facilitando la gestión de infraestructura TI. Y ahora, con una infraestructura más robusta y moderna, la empresa puede explorar tecnologías avanzadas de analítica y automatización.
“Es inspirador ver cómo empresas en Colombia y América Latina están liderando la transformación digital con visión y determinación. El caso de Corona es un claro ejemplo de cómo las buenas prácticas tecnológicas pueden redefinir la realidad operativa de una compañía y generar resultados extraordinarios. Para nosotros, es un orgullo desarrollar tecnología que impulse a las empresas a alcanzar sus metas y desbloquear nuevas oportunidades de crecimiento”, menciona Daniel Verswyvel, Gerente General de Microsoft Colombia y Líder del segmento Enterprise de la compañía para Suramérica de Habla Hispana.
Lecciones para la industria y la región
Esta transformación demuestra que la modernización tecnológica no conoce fronteras geográficas. Una empresa latinoamericana no solo superó sus propios desafíos de infraestructura, sino que lo hizo en un mercado maduro como el estadounidense, estableciéndose como un referente en transformación digital. “En Corona, siempre hemos creído en la innovación y en la capacidad de adaptarnos a los cambios tecnológicos. Este proyecto no solo modernizó nuestra infraestructura, sino que también nos abrió un mundo de posibilidades. Ahora, estamos mejor preparados para enfrentar los desafíos del futuro y seguir creciendo de manera sostenible y eficiente. La tecnología es el motor que impulsa nuestra visión hacia un futuro de mayores oportunidades”, asegura Luis Felipe Duque, Director Corporativo de Infraestructura y Servicios de Tecnología de Corona.
En la manufactura, donde la infraestructura de TI es vital, modernizarse es esencial para minimizar riesgos y aprovechar nuevas tecnologías. La clave es decidir cuándo y cómo hacerlo sin comprometer la operación. Corona lo logró exitosamente, destacándose en las Américas como líder en modernización tecnológica. Con una estrategia clara, disposición al cambio y la tecnología adecuada, demostraron que el futuro de la manufactura puede ser más eficiente, seguro y escalable.
