Google anunció que ha completado su adquisición del pionero de los wearables Fitbit. El uso por parte de Google de la gran cantidad de datos de salud del usuario ha sido durante mucho tiempo el punto clave de preocupación regulatoria del acuerdo. Después de todo, la publicidad dirigida sigue siendo el corazón de gran parte de lo que hace el gigante tecnológico.
Como tal, no es sorprendente que tanto Google como Fitbit estén buscando abordar sus respectivas declaraciones sobre la adquisición. Google, en particular, se apresura a insistir en que el trato se trata de hardware, que ciertamente ha sido una lucha en esta vertical en particular. Los esfuerzos de Google para competir con Apple en las categorías de fitness y wearable han sido, en el mejor de los casos, desiguales.
También mantendremos el acceso a las API de Android que permiten que dispositivos como monitores de fitness y relojes inteligentes interoperan con smartphones Android, y seguiremos permitiéndole a los usuarios de Fitbit que elijan conectarse a servicios de terceros para que puedas sincronizar tus aplicaciones favoritas de salud y fitness con tu cuenta de Fitbit. Estos compromisos se aplicarán globalmente para que todos los consumidores puedan beneficiarse de ellos. También seguiremos trabajando con reguladores de todo el mundo para que puedan estar seguros de que estamos cumpliendo con estos compromisos.
Los niveles y la intimidad de los datos recopilados por este tipo de dispositivos de consumo han aumentado significativamente en la última década. Añadir combustible a ese fuego es el impulso de empresas como Fitbit y Apple para que sus productos se tomen más en serio como dispositivos médicos, o al menos médicamente adyacentes. Ambas compañías han encargado estudios de salud, solicitado autorización de la FDA y trabajado con compañías de seguros. Sin duda, este impulso sólo se intensificará.
La finalización del acuerdo fue de 2.100 millones de dólares viene con una serie de concesiones. Como parte del acuerdo, Google acordó no utilizar los datos de Fitbit para los anuncios durante 10 años, que la Comisión se reservó el derecho de prorrogar otros 10 años. Google también acordó mantener el acceso de terceros desarrolladores a las API de Android, con el fin de mantener cierta competencia.
Fundada en 2007, Fitbit se convirtió en sinónimo del espacio de seguimiento de fitness portátil. En última instancia, sin embargo, la compañía luchó para mantener el dominio con la llegada del reloj inteligente, finalmente cediendo una cuota de mercado significativa al Apple Watch. La compañía finalmente a la cabeza en la categoría con dispositivos como el Versa, pero para entonces era aparentemente demasiado tarde para continuar por su cuenta.
El acuerdo sin duda tiene sentido para Google, dadas sus continuas dificultades para hacer una abolladura con Android Wear/Wear OS. Con Fitbit, la compañía está consiguiendo un fabricante de hardware establecido. No es del todo diferente de su compra de activos HTC para ayudar a hacer crecer la línea de teléfonos Pixel, aunque todavía hay suficiente caché en la marca Fitbit para mantenerlo vivo. En particular, el propio crecimiento de Fitbit en el espacio de los relojes inteligentes fue impulsado por varias de sus propias adquisiciones, incluyendo el pionero de los relojes inteligentes Pebble.
