Cada año el fraude en boletería genera pérdidas de hasta 30 millones de dólares en Colombia, según estimaciones basadas en el True Cost of Fraud Report de LexisNexis. Las afectaciones no provienen únicamente de entradas falsas, sino también de la duplicación de códigos QR, la reventa por canales no autorizados y la suplantación de identidad, prácticas que deterioran la confianza del público y ponen en riesgo la sostenibilidad de la industria de eventos en vivo.
Este panorama se agrava con el crecimiento del fraude digital, que en Colombia ha aumentado en un 409% desde 2020, según datos de Threatmark. La masificación de las compras por internet ha sido un factor determinante, se estima que cerca del 90% de las entradas para conciertos y eventos masivos en el país se adquirieron por canales digitales durante el primer semestre de 2025. Aunque esta tendencia responde a la necesidad de planear con anticipación y acceder a medios de pago más flexibles, también ha facilitado el camino para las estafas.
De acuerdo con Mauricio Castillo, CEO de Hallos “Cuando nueve de cada diez entradas se compran por internet lo que está en juego no es solo el acceso al evento sino la confianza en todo el sistema. Un fraude no es solo una pérdida económica, es una experiencia arruinada para el público y una alerta reputacional para los organizadores”
Para reducir estos riesgos, algunas plataformas han integrado blockchain como mecanismo de seguridad. Esta tecnología permite emitir entradas digitales únicas, controlar la reventa dentro de canales oficiales y verificar en tiempo real cada acceso. Todo esto sin alterar la experiencia del usuario, que compra, accede y asiste con la misma facilidad, pero con un sistema mucho más difícil de vulnerar.
Además de blindar el acceso, blockchain permite transformar cada evento en un ecosistema propio. Esta tecnología brinda a organizadores y marcas control sobre sus audiencias, con herramientas como emisión de entradas digitales únicas, reventa controlada, automatización del aforo, activación de campañas y acceso a métricas en tiempo real.
“No se trata solo de proteger la entrada, sino de entenderla como una herramienta para ampliar la experiencia. El verdadero valor está en convertir cada acceso en un puente para fidelizar, sorprender y seguir conectando con el público mucho después del evento” añadió Castillo.
Hallos implementa este modelo en Colombia con el propósito de convertir cada entrada en una oportunidad para prolongar la relación con el público. Además del acceso al evento, una sola entrada puede activar saludos personalizados, contenido exclusivo, beneficios para próximas ediciones o artículos digitales coleccionables. Estas experiencias fortalecen el vínculo con la audiencia, generan nuevos ingresos y permiten a los organizadores seguir presentes incluso después de que termina el show.