La inteligencia artificial está marcando un punto de quiebre en las estrategias de marketing digital. Herramientas como ChatGPT y los resúmenes generados por Google están empezando a responder las preguntas de los usuarios antes de que hagan clic en el enlace de una página web específica, desplazando parte del tráfico que antes llegaba de forma orgánica a las páginas web de las marcas.
Esto no solo exige una nueva manera de entender el SEO —la optimización de contenido para aparecer en los primeros resultados de búsqueda online—, sino también una transformación profunda en la forma de crear contenidos y conectar con las audiencias.
“El contenido genérico ha muerto. Hoy competimos no sólo contra otras marcas, sino contra los propios algoritmos. Las audiencias esperan experiencias personalizadas, formatos breves y mensajes que realmente aporten valor”, explica Shelley Pursell, Directora Senior de Marketing de HubSpot para Latinoamérica.
Con base en su más reciente guía estratégica, HubSpot identifica cinco movimientos clave que están marcando la pauta para las marcas que buscan mantenerse vigentes en esta nueva era:
- Replantear el SEO para la era de la IA: las estrategias de posicionamiento deben adaptarse a cómo los modelos de lenguaje comprenden y presentan la información.
- Priorizar la calidad sobre el volumen: menos tráfico no significa menos resultados si se logra atraer a usuarios con mayor intención de conversión.
- Apostar por el video breve: algoritmos de plataformas como LinkedIn, TikTok e Instagram priorizan lo audiovisual por encima de otros formatos.
- Personalizar o desaparecer: correos, landing pages y sitios web deben adaptarse dinámicamente a quien los visita.
- Multiplicar los puntos de contacto: asistentes virtuales, chats inteligentes y secuencias automatizadas hoy marcan la diferencia en el cierre de ventas.
Para Pursell, la clave está en usar los datos disponibles para anticiparse: “La IA puede ser una aliada si se alimenta con información real y actualizada. Las decisiones no se pueden seguir tomando por intuición”.
Este nuevo paradigma exige pasar del marketing masivo al marketing con propósito, donde cada acción responda a una necesidad específica del cliente. Y eso, más que tecnología, requiere estrategia.