El sector eléctrico en Colombia enfrenta un triple reto crítico: una infraestructura que necesita modernización, una demanda energética que creció un 2.3% en el último año según XM, y un riesgo cada vez mayor de ciberataques, una tendencia confirmada por firmas como Fortinet, que reportan un aumento constante de amenazas en la región.
Con pérdidas de energía que, según un informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en la región pueden alcanzar hasta el 17%, la modernización no es una opción, es una necesidad. En Colombia, según análisis del sector basados en datos de entidades como la Unidad de Planeación Minero Energética (UPME), las pérdidas totales de energía superan los dos dígitos, y una parte significativa de estas son pérdidas técnicas directamente relacionadas con la eficiencia y el estado de la infraestructura de la red. El problema ya no es si se debe digitalizar la red, sino cómo hacerlo de una manera segura, fiable y escalable.
La respuesta a este desafío se encuentra en las redes inalámbricas privadas 5G, una tecnología que va más allá de la conectividad para convertirse en el sistema nervioso central de la red eléctrica del futuro.
«Las empresas eléctricas operan en entornos donde un milisegundo de latencia o una brecha de seguridad pueden tener consecuencias catastróficas. Una red de uso público no está diseñada para esta exigencia. Una red privada 5G sí», explica Santiago Rivera, Director para América Latina de OSC Top Solutions, integrador tecnológico líder en la región.
OSC Top Solutions detalla las claves por las que esta tecnología está transformando la operación eléctrica:
- Automatización Segura de Subestaciones: Una red privada 5G permite el control remoto y la automatización en tiempo real con una latencia mínima. Esto significa que las fallas pueden ser aisladas y resueltas en milisegundos, minimizando el impacto de las interrupciones.
- Conectividad Garantizada para Cuadrillas: En zonas remotas, las redes privadas 5G crean una «burbuja» de conectividad de alta disponibilidad. Esto garantiza que las cuadrillas tengan acceso a datos, planos y comunicaciones de misión crítica en todo momento, mejorando su seguridad y eficiencia.
- Integración Fiable de Energías Renovables: El 5G permite una comunicación instantánea y masiva entre miles de sensores de fuentes intermitentes como la solar y eólica. Esto permite al operador de la red balancear la carga de manera inteligente y en tiempo real, integrando más energías limpias a la matriz.
- Mantenimiento Predictivo con Datos en Tiempo Real: Las redes privadas 5G soportan el despliegue masivo de sensores IoT en activos críticos. El análisis de estos datos con IA permite predecir fallas antes de que ocurran, reduciendo costos de operación hasta en un 30% y evitando paradas no programadas.
- Rentabilidad: La rentabilidad también es un factor clave: un informe de Nokia de 2024 reveló que el 93% de las empresas que adoptaron redes inalámbricas privadas lograron un ROI en 12 meses, y el 78% lo hizo en seis meses.
- Una Capa de Ciberseguridad mejorada: La infraestructura operativa (OT) del sector eléctrico es hoy objeto prioritario de protección. De hecho, según informes de la industria como el «X-Force Threat Intelligence Index» de IBM, los ataques a infraestructuras críticas han aumentado significativamente en los últimos años. Al ser una red exclusiva y diseñada específicamente para uso industrial, una red privada 5G permite administrar y monitorear estrictamente la superficie de ataque. Ofrece un control total sobre quién y qué se conecta, creando una fortaleza digital para los sistemas que controlan el flujo de energía.
«Implementar una red privada 5G no es simplemente una actualización de conectividad; es la construcción de una plataforma para edificar la red eléctrica inteligente del futuro: más segura, más eficiente y preparada para la transición energética», concluye Rivera.