En el marco del Mes Rosa, GE HealthCare refuerza su compromiso con la salud de las mujeres al destacar cómo la tecnología médica está transformando la detección y tratamiento del cáncer de mama, una enfermedad que continúa siendo una de las principales causas de muerte por cáncer en Colombia y América Latina.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, en 2022 se registraron más de 2.3 millones de nuevos casos de cáncer de mama en el mundo, con 670 mil fallecimientos atribuibles a esta enfermedad. En América Latina y el Caribe, se reportan cada año más de 462 mil diagnósticos nuevos y cerca de 100 mil defunciones, según la Organización Panamericana de la Salud.
En Colombia, el panorama es preocupante: entre enero de 2023 y el mismo mes de 2024, el cáncer de mama fue el más común en mujeres, al diagnosticarse más de 9.600 casos, siendo el más frecuente entre los 11 tipos priorizados en el país, según la Cuenta de Alto Costo, y más de cinco mil muertes, de acuerdo con la Liga Colombiana Contra el Cáncer.
Frente a esta realidad, la innovación tecnológica se ha convertido en un eje fundamental para cambiar la historia del cáncer de mama. En los últimos años, hemos visto cómo la innovación ha transformado la forma en que se detecta, diagnostica y trata esta enfermedad. Desde dispositivos portátiles para autoexploración hasta algoritmos de Inteligencia Artificial (IA) que analizan mamografías en tiempo real, la medicina de precisión ha dejado de ser una promesa para convertirse en una realidad tangible.
Además, el uso de tecnologías híbridas de imagen que combinan mamografía digital, ultrasonido y resonancia magnética permite detectar lesiones en pacientes con tejido mamario denso, un reto histórico en la medicina diagnóstica. Estas soluciones ya están presentes en clínicas de alta especialidad del país y la región, aunque aún no alcanzan una cobertura amplia.
Indirectamente, la presencia de estos dispositivos médicos ha impulsado la creación de protocolos más precisos y personalizados. En Colombia, el Ministerio de Salud ha reforzado las acciones para la prevención, tamizaje y diagnóstico, a través de la Guía de Atención Integral (GAI) que estableció la mamografía bianual para mujeres entre 50 y 69 años en el marco de programas de detección temprana, con el fin de homologar prácticas entre el sector público y privado.
“La tecnología médica no solo aporta eficiencia, sino esperanza. Gracias a la integración de soluciones inteligentes, estamos ayudando a los profesionales de la salud a detectar lesiones más pequeñas, en menos tiempo y con mayor precisión, incluso en pacientes con tejido mamario denso”, afirmó Adriana Franco, Country Manager de GE HealthCare en Colombia.
Asimismo, el desarrollo de plataformas de telemedicina y aplicaciones móviles educativas ha permitido llevar información y atención médica a comunidades con limitado acceso a servicios especializados, fortaleciendo la cultura de prevención y detección temprana.
“Creemos que cada innovación tiene sentido cuando logra impactar vidas. Octubre Rosa no debe ser solo una campaña visual, sino una oportunidad para promover el acceso equitativo a tecnologías que salvan vidas”, añadió Franco.
El autoexamen mamario continúa siendo una herramienta esencial de autocuidado, complementaria a los estudios de imagen. Detectar cambios en la forma o textura del seno, bultos o retracciones puede marcar la diferencia entre un diagnóstico temprano y uno tardío.