Con la inteligencia artificial (IA) consolidándose como una de las principales fuerzas de transformación laboral —y con un 75% de las empresas proyectando adoptarla para 2027, según el Foro Económico Mundial—, resulta clave que los estudiantes desarrollen desde hoy habilidades digitales y cognitivas alineadas con el futuro laboral.
En el marco del día del estudiante, Intel recomienda el uso de las AI PCs —equipos personales que integran procesadores capaces de ejecutar tareas de IA de forma local— como herramientas estratégicas para el aprendizaje. Estos equipos permiten ejecutar funciones como transcripción de clases, asistencia en redacción o mejoras en videollamadas, incluso sin conexión permanente a internet.
¿Qué tipo de AI PC resulta más adecuada en cada etapa educativa? Desde primaria hasta posgrado, estas son las opciones que mejor se adaptan a las necesidades de cada alumno.
Aprender explorando: el inicio de la alfabetización digital
Durante la educación primaria, la AI PC es una puerta de entrada a la interacción activa con la tecnología. Más allá del consumo pasivo de contenido, estos equipos permiten escribir, dibujar, investigar y familiarizarse con el entorno digital. Por ejemplo, un niño de segundo grado puede usar una plataforma como Khan Academy Kids, crear ilustraciones en Paint 3D o redactar sus primeras historias en procesadores de texto simples. Equipos con procesadores básicos —como el Intel Core Ultra 3— son suficientes para facilitar este tipo de interacciones, fomentando el aprendizaje desde el juego y la curiosidad.
Secundaria: crear, investigar y colaborar
A medida que los estudiantes avanzan, también lo hacen sus necesidades académicas. En secundaria, la capacidad de investigar a fondo, colaborar en proyectos, editar o crear contenido y manejar varias herramientas a la vez se vuelve fundamental. Equipos con procesadores como el Intel Core Ultra 5 permiten ejecutar múltiples tareas sin interrupciones, facilitando desde la edición de videos en Clipchamp hasta el uso de asistentes de IA para estructurar ensayos o preparar exposiciones. Estas funcionalidades ayudan a los estudiantes a familiarizarse con prompts, automatizar tareas y explorar nuevas formas de expresión creativa. Así, la computadora se convierte en una aliada tanto para el rendimiento académico como para el desarrollo de habilidades de comunicación y pensamiento crítico.
Educación superior: especialización y alto rendimiento
En la universidad y estudios de posgrado, las exigencias tecnológicas se intensifican. Carreras como ingeniería, arquitectura, economía, diseño gráfico o ciencia de datos requieren equipos capaces de ejecutar software especializado como AutoCAD, Power BI, Python, herramientas de diseño 3D o plataformas de análisis avanzado. Las AI PCs de gama alta —equipadas con procesadores Intel Core Ultra 7 o 9— ofrecen el rendimiento necesario para este tipo de tareas complejas, además de incorporar funciones inteligentes que asisten en la organización académica, el trabajo colaborativo y la gestión eficiente del tiempo. Ya sea para generar resúmenes automáticos, optimizar agendas o mejorar la experiencia en videollamadas profesionales, estas capacidades amplifican la productividad y convierten a la computadora en un verdadero asistente académico y profesional. Por su capacidad de adaptación, también representan una inversión a largo plazo para quienes comienzan a proyectar su desarrollo en el mundo laboral.
Más allá de las aulas, una inversión para la vida
Al momento de elegir una AI PC, es importante considerar no solo las necesidades académicas inmediatas, sino también su potencial para adaptarse a otros usos cotidianos y acompañar al estudiante en distintas etapas de su formación. Una decisión informada permite seleccionar un equipo alineado con los objetivos de mediano y largo plazo, y justifica la inversión en dispositivos de mayor rendimiento.
Actualmente, de acuerdo con datos del INEI, se estima que más 8 millones de peruanos son estudiantes. Para ellos, la elección de una AI PC no debería ser una simple compra tecnológica, sino una inversión estratégica en la calidad del aprendizaje y en el desarrollo de habilidades digitales esenciales para el futuro profesional. Desde la alfabetización digital en los primeros años hasta la especialización técnica en niveles avanzados, las computadoras impulsadas por los últimos procesadores Intel ofrecen una plataforma robusta, confiable e inteligente en un entorno donde el dominio de la tecnología será determinante para el éxito.