La inteligencia artificial y la robótica están cambiando radicalmente la forma de trabajar de las personas. Estas tecnologías configuran fórmulas y enfoques especialmente útiles en el ámbito de la seguridad, dado el carácter cambiante del mundo. Pero las principales oportunidades de estas herramientas radican en su consideración de “empoderadoras de expertos”, es decir, la capacidad de aumentar las habilidades de los profesionales en el ámbito de la seguridad.
El incremento de la eficacia en las tareas de seguridad es uno de los beneficios más destacados de la incorporación de robots y algoritmos en entornos de vigilancia y protección. La mayor eficiencia en la distribución de recursos que aportan los algoritmos, sumada al empleo de dispositivos con capacidad de operar durante largos períodos de tiempo, genera un potencial extraordinario en la mejora de servicios de seguridad. Adicionalmente, la inteligencia artificial permite gestionar infinidad de información obtenida por medio de los sensores de los robots y de un completo ecosistema de tecnologías de todo tipo, como imágenes y señales que informan sobre posibles riesgos o amenazas.
Estas tecnologías permiten emitir alertas de manera oportuna, proporcionando datos de valor con gran velocidad y precisión que aportan un alto grado de optimización de respuesta ante situaciones de riesgo. Otro aspecto fundamental de la utilidad de los robots de seguridad es su capacidad para trabajar en entornos hostiles y peligrosos, pues resulta altamente efectiva en situaciones que son desafiantes para el personal de seguridad, y puede anticiparse a situaciones críticas tomando decisiones rápidamente gracias a los algoritmos de predicción de amenazas.
Adicionalmente, la mejora en la detección de amenazas en los monitoreos es un aspecto destacado en la operatividad de los robots de seguridad y la agilidad de los algoritmos, específicamente en la detección de movimientos sospechosos, intrusiones o anomalías en el entorno. Así se convierten en una herramienta eficaz que complementa y agrega valor a las labores del personal de seguridad. La sinergia entre estas tecnologías que permiten el aprovechamiento de los datos junto a la experiencia humana se traduce en un nivel de seguridad nunca antes alcanzado, lo que en Prosegur denominamos Seguridad Híbrida.
Un ejemplo de ello es el uso de un robot con sensores y cámaras de videovigilancia en un evento masivo, por ejemplo, un festival de música, donde los algoritmos permiten garantizar la seguridad de sus asistentes. Así, la inteligencia artificial nos permite detectar elementos como armas o comportamientos sospechosos a partir de la información del robot en tiempo real, y desde el profesional a cargo de la cámara se procesan los datos en ese mismo momento, teniendo la posibilidad de informar de manera inmediata al vigilante presencial. Por eso decimos que empodera, y cada vez con un mayor nivel de sofisticación.
Lo cierto es que estos algoritmos y robots no actúan aisladamente, se ensamblan en un ecosistema tecnológico junto con drones, sistemas RFID, tecnología NFC y LiDAR, por ejemplo; así, los riesgos son sistémicos, por lo que la ciberseguridad y el cumplimiento normativo son pilares básicos en el diseño, implementación y uso de todas nuestras tecnologías, no solo la IA.
Según Luis Fernando Carvajal, director general de Prosegur Security en Colombia, “desde Prosegur estamos poniendo el foco en la integración y en la convergencia de las tecnologías desde nuestra visión de la Seguridad Híbrida, y, por supuesto, el abordaje de estos riesgos debe ser también integral y holístico. Todo esto no tendría sentido si no se tuviera en cuenta el ecosistema tecnológico y empresarial en el que trabajamos. Por esto involucramos a empleados y otros stakeholders -como clientes y organizaciones académicas y de investigación de primer nivel- en el diseño, la revisión y mejora de la aplicación de la IA y la robótica”.
Desde nuestra visión de seguridad híbrida, queremos formar parte de la transformación social y tecnológica, que van unidas, porque es la mejor forma de hacer del mundo un lugar más seguro.
