Laboratoria anuncia nuevas convocatorias para su bootcamp -programa intensivo-, que reúne a mujeres de diferentes países de Latinoamérica aprendiendo y desarrollándose en un mismo lugar y de forma remota.
Los bootcamps de Laboratoria apuntan a mujeres que quieran participar del sector tech y no necesariamente tienen experiencia o conocimientos previos en el área. En Colombia, la edtech actúa desde 2020 y ya se han graduado más de 250 mujeres de sus programas. A nivel continental, ya son más de 3.300 mujeres que apostaron por esta modalidad de formación en tecnología y muchas han accedido a empleos de calidad en equipos de trabajo de una variedad de empresas del país y del continente.
“En Laboratoria, apostamos por el talento y potencial de las mujeres y queremos verlas triunfar en el rubro de la tecnología, que ofrece muchas posibilidades de crecimiento profesional. Tenemos una metodología educativa innovadora y efectiva, que logra preparar para el mundo laboral a personas sin el requisito de formación previa en tecnología en un tiempo corto. Nos enfocamos mucho en desarrollar habilidades técnicas y para la vida, para que las egresadas tengan las herramientas para enfrentarse a todo tipo de situaciones que encuentren en su vida laboral”, comenta Paola Sierra, Business Development Manager en Colombia.
Tras el programa intensivo, que dura seis meses y se dicta de manera remota con sesiones en vivo, las mujeres están listas para buscar su primer trabajo en tecnología, guiadas por la organización.
Las mujeres interesadas en cambiar de rubro y transformar sus carreras y sus vidas a través de la tecnología, pueden postular a los bootcamps a través de bootcamp.laboratoria.la/es/web-dev.Los requisitos son: identificarse como mujer, tener más de 18 años (o cumplirlos dentro de los seis meses del programa), tener entre 4 y 8 horas diarias para dedicarle al bootcamp y vivir en Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, México, Panamá, Paraguay, Perú y Uruguay. Además, es necesario estar legalmente habilitada para trabajar en el país donde resida la mujer, lo que conlleva tener residencia o permiso de trabajo. Durante el bootcamp, las estudiantes no pagan nada, sólo comienzan a pagar una vez que encuentren un trabajo en tecnología.
