La decisión ya está tomada. La valija, aunque liviana, pesa como nunca. Pesa el idioma distinto, la incertidumbre, el alquiler que aún no se sabe si alcanzará, los afectos que no entran en ningún bolso. Pesa, sobre todo, el desafío de empezar de cero en otra tierra. En ese contexto, algo tan simple como una cuenta bancaria —cobrar, pagar, enviar dinero— se vuelve, ya en otro país, una traba gigante. El banco pide un documento que todavía no existe, una residencia que aún no llega, un número local que no funciona. Y todo eso ocurre cuando ya ha sido bastante difícil decir adiós, dejar la casa de siempre, despedirse sin saber por cuánto tiempo.
Migrar, en América Latina, no es sólo mudarse: es saltar al vacío con papeles incompletos, emociones revueltas y la necesidad urgente de que algo funcione desde el minuto uno.
En los últimos años, esa experiencia —compartida por millones de personas— se volvió cada vez más frecuente dentro del propio continente. La migración ya no mira sólo hacia Europa o Estados Unidos: hoy, muchos eligen cruzar fronteras vecinas en busca de trabajo, estudio o una nueva oportunidad. Países como Argentina, Perú y otros emergen como nuevos nodos clave de un mapa de movilidad intrarregional que no para de crecer.
Bnka se posiciona como una solución estratégica en este contexto. Su plataforma opera con una billetera multimoneda —ya disponible en Argentina y Perú— que permite gestionar pesos argentinos, soles peruanos y USDC/USDT, y que pronto incluirá pesos colombianos y funciones de interoperabilidad con el sistema PIX de Brasil.
La propuesta de valor de Bnka parte de un principio: migrar es complejo en lo financiero y también desde el impacto emocional que genera dejar un país y empezar una nueva vida en otro, y Bnka lo resuelve de manera tal que se vuelva un proceso sin contratiempos. La plataforma permite a los usuarios abrir una cuenta antes de mudarse, cargar fondos desde su país de origen, ahorrar en una moneda estable y operar sin depender de trámites en bancos tradicionales ni enfrentar barreras regulatorias o burocráticas.
“Un migrante argentino, por ejemplo, tiene la posibilidad de tener un CVU dentro de la misma app, permitiéndole cambiar pesos argentinos a soles o viceversa de manera rápida, sencilla y a un tipo de cambio favorable”, explica Oriol Badia -CEO de bnka-. Esto resulta clave no solo para migrantes permanentes, sino también para quienes cruzan fronteras por temporadas cortas. “Incluso antes de subir al avión, el usuario ya sabe qué pasos seguir para operar al llegar a destino”, agrega Badia.
Las estadísticas más recientes confirman la necesidad de soluciones específicas para esta situación crecientemente emergente. Argentina registró un saldo migratorio positivo con ingresos desde Brasil, Paraguay, Uruguay, Chile y Bolivia, mientras que los migrantes venezolanos mostraron una salida sostenida del país, de acuerdo con el informe Tendencias Migratorias en las Américas. Tercer Trimestre de 2024, publicado por la OIM. En paralelo, Colombia, en su frontera con Venezuela, experimentó un incremento del 6 % en los flujos de entrada y salida, impulsado principalmente por motivos laborales y de reunificación familiar.
Por su parte, Perú se consolidó como uno de los principales destinos migratorios de la región, con 889.208 visas de residencia permanente emitidas entre enero de 2019 y septiembre de 2024, y un aumento interanual del 195 % solo en 2024, según el mismo reporte.
En este escenario, la interoperabilidad entre los sistemas financieros regionales es una necesidad creciente. Aunque no siempre visible en las estadísticas oficiales, existe un circuito fluido de personas que se trasladan con fines diversos: salud, trabajo temporal, formación profesional, actividad artística o incluso exploración de nuevas oportunidades. Como indica el análisis de Médicos Sin Fronteras Argentina, “los movimientos entre países latinoamericanos son frecuentes y están impulsados por la necesidad de encontrar condiciones de vida dignas, acceso a salud o empleo”.
A estas personas -migrantes en tránsito, expats por elección o trabajadores freelancers- Bnka les brinda una solución digital segura, inmediata y sin fronteras. Ya sea para pagar servicios, enviar remesas, ahorrar en moneda estable o contar con una tarjeta internacional, la propuesta de la fintech permite derribar las barreras y facilitar el acceso a soluciones financieras.
Desde su fundación, Bnka demostró que la inclusión financiera no es solo una cuestión técnica, sino una herramienta concreta de integración. “Queremos que los migrantes encuentren en Bnka una solución confiable y accesible”, resume Badia. Con presencia operativa en Argentina, Perú y, próximamente, Colombia y Brasil, la compañía capitaliza una oportunidad estratégica: ofrecer una infraestructura financiera adaptada al nuevo mapa migratorio de América Latina.
La plataforma también permite operar en USDT/USDC, una stablecoin que facilita las transferencias internacionales y elimina comisiones elevadas. Este diferencial cobra especial relevancia en un momento donde los flujos de dinero entre países se intensificaron. Aunque los grandes corredores de remesas siguen ubicados en Centroamérica, el crecimiento de la movilidad intrarregional ha generado nuevas necesidades de transferencia, conversión y ahorro transfronterizo.
Si bien la región aún enfrenta desafíos para contar con datos precisos y en tiempo real sobre migraciones —como lo reconocen diversos organismos internacionales—, los patrones observados en los últimos años muestran un proceso en marcha: la consolidación de América Latina como un espacio de circulación migratoria interna sostenida. Este enfoque fue anticipado por el informe Flujos migratorios en América Latina y el Caribe: estadísticas de permisos para los migrantes, publicado en 2021 por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la OCDE, el cual advertía que la región había comenzado a dejar atrás su rol tradicional como emisor de migrantes para convertirse en un sistema migratorio mixto, con flujos crecientes entre países vecinos. Si bien sus estadísticas ya no son actuales, este diagnóstico conserva plena vigencia como marco conceptual. En ese sentido, el documento también resaltaba la importancia del permiso de residencia del Mercosur como una herramienta de regularización ampliamente utilizada en países como Perú, Colombia y Brasil, lo que facilita la integración legal sin visados complejos para miles de migrantes en tránsito.
A diferencia de otras propuestas tecnológicas, Bnka no impone condiciones tradicionales: no exige residencia formal, ni historial de crédito local, ni documentos imposibles de conseguir para un migrante reciente: sólo con pasaporte y número de teléfono el usuario puede comenzar a operar. Su modelo se adapta a la lógica real de quienes cruzan fronteras en América Latina con pocos recursos y muchas expectativas. “Acceder a servicios financieros apenas se cruza una frontera suele ser lento, confuso y frustrante. En BNKA lo hicimos simple: una sola app, sin burocracia, sin barreras, y con todo lo que necesitas para operar desde el primer minuto, estés donde estés”, insiste Badia. En un continente donde la movilidad humana es una realidad cotidiana, Bnka no solo acompaña ese movimiento: lo facilita, lo simplifica y lo transforma en una experiencia accesible y segura. Porque del otro lado del salto —cuando ya se llegó, pero aún todo está por empezar—, contar con una herramienta que funcione sin trabas puede marcar la diferencia. Con una cuenta activa, con la posibilidad de enviar dinero, pagar un alquiler o ahorrar en moneda estable, la angustia cede paso a la tranquilidad. Y en ese pequeño respiro, recién entonces, se puede empezar a construir algo nuevo.