Un reciente análisis de CloudZero reveló que hasta un 32 % del presupuesto empresarial en servicios de nube se pierde por exceso de capacidad, falta de control o descoordinación entre proveedores. A este dato se suma un panorama fragmentado: el 80 % de las compañías opera con múltiples proveedores de tecnología, y el 97 % utiliza soluciones no autorizadas en sus entornos IT.
La combinación de estos factores deja en evidencia un problema creciente: la desarticulación tecnológica está afectando la eficiencia operativa de las empresas.
Según la International Data Corporation, IDC, y Huawei presentaron la primera edición del Índice Global de Digitalización, GDI por sus siglas en inglés, en el cual Colombia quedó en la categoría media, Adoptante, y el puesto 49 en el ranking general, al haber obtenido un puntaje de 39,9.
La contratación de servicios con distintos proveedores para áreas como conectividad, nube, respaldo o ciberseguridad ha generado estructuras difíciles de administrar. Esta fragmentación implica múltiples contratos, equipos técnicos que no se comunican entre sí, y una cadena de soporte dispersa. En la práctica, esto se traduce en mayores tiempos de respuesta, riesgos de seguridad y una pérdida de visibilidad sobre el estado real de la infraestructura tecnológica.
Una tendencia que viene ganando terreno como respuesta a este desafío es el modelo conocido como “one stop shop”. Se trata de una estrategia que centraliza todos los servicios tecnológicos críticos en un solo proveedor. Bajo este esquema, las empresas acceden a conectividad, servicios en la nube, soluciones gestionadas y ciberseguridad mediante un único canal técnico y comercial.
“Cuando las empresas tienen que hablar con cinco proveedores distintos para resolver un solo incidente tecnológico, pierden tiempo, dinero y control sobre su operación”, afirma Luis Gabriel Castellanos, Country Manager Colombia en IFX . “La tecnología debe ser un habilitador del negocio, no un obstáculo. Nuestro modelo responde a esa necesidad: simplificar lo complejo y ayudar a las empresas a enfocarse en lo que realmente importa”, agrega.
Más allá de los beneficios operativos, el enfoque integrado permite consolidar la gestión financiera y estratégica del ecosistema IT. Con una visión 360° de la infraestructura, las empresas pueden anticipar necesidades, responder con mayor agilidad ante incidentes, y avanzar en proyectos de automatización con menos fricción. En sectores como banca, salud o logística, donde la continuidad del servicio es crítica, este tipo de enfoque se convierte en un factor de resiliencia empresarial.
La consolidación de proveedores también responde a una tendencia global. Statista proyecta que el mercado de servicios de nube superará los 900 mil millones de dólares en 2025, mientras que Gartner estima que para 2026 el 30 % de las empresas habrá automatizado al menos la mitad de sus redes. Estos datos reflejan una evolución del mercado hacia modelos más integrados, ágiles y basados en eficiencia operativa.
En este contexto, compañías como IFX han estructurado su portafolio bajo un modelo regional de servicios unificados. Con presencia directa en más de 18 países de América Latina, infraestructura propia de data centers y una red privada de alto rendimiento, la firma opera como un socio tecnológico para empresas que buscan crecimiento, control y escalabilidad sin asumir la carga de gestionar múltiples aliados.
La presión por reducir costos, responder a regulaciones más estrictas y mantener operaciones resilientes está obligando a las empresas a repensar su arquitectura tecnológica. En ese escenario, la consolidación de proveedores no responde únicamente a una preferencia operativa, sino a una necesidad estratégica.