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Thales nos habla de la seguridad con la llegada del 5G

La tecnología 5G, el más reciente y avanzado estándar de comunicación inalámbrica, es una combinación entre velocidad de conexión extraordinaria, ancho de banda expandido, baja latencia y mayor eficiencia de energía, que la hacen perfecta para que miles de millones de objetos se comuniquen entre sí, sin intervención humana, más el 5G en la telefonía móvil, que ya se implementa en varios países.

Cifras del Sistema Global para las Comunicaciones Móviles, GSMA, prevén que los millones de aparatos conectados en 2023 contribuirán con un 4,8 % del Producto Interno Bruto del planeta, equivalente a 4,800 millones de dólares.

El hecho de que dispositivos como los electrodomésticos del hogar, los vehículos, las máquinas industriales y los ‘gadgets’ que las personas usan a diario se puedan comunicar entre sí significa que en el futuro próximo las ciudades serán más inteligentes y el entretenimiento más envolvente y ubicuo. Para que estos beneficios se disfruten sin problemas, el ecosistema debe ser seguro, confiable y privado.

En este sentido, el fabricante francés Thales, referente clave a nivel mundial en eSIM, una tarjeta que ocupa 60 veces menos volumen que una nano SIM y que se incorpora en otros dispositivos para posibilitar su comunicación, ya tiene tecnologías para proteger los datos provenientes de vehículos, electrodomésticos y máquinas industriales de accesos y manipulaciones no autorizadas.

Para ello, esta compañía ofrece herramientas que permiten lograr un perfecto y seguro flujo de datos desde las eSIM, como el eSIM Management, que posibilita gestionar el ciclo de las suscripciones a la telefonía móvil y los dispositivos que incorporan eSIM en la industria.

Imaginemos un vehículo autónomo (que se conduce solo). Este no solo debe ‘hablar’ con otros vehículos en la vía, sino con servicios de seguridad en carretera, recibir el estado del clima durante el viaje e intercambiar datos con semáforos, sensores de carretera y sistemas de iluminación, sino que debe estar protegido para que intrusos malintencionados no alteren su correcto funcionamiento.

Este es un tema de misión crítica, si se tiene en cuenta que un vehículo transporta personas, y que una falla provocada, como el aumento de la velocidad o la desactivación de los frenos por parte de un ciberdelincuente remoto, podría resultar en un accidente fatal. Lo anterior pondría en riesgo a los 1.200 millones de vehículos que existirán en 2030, según estimados de la ONU.

En comparación con 4G, la tecnología 5G es fundamentalmente diferente y de un diseño más complejo. Todo su núcleo de seguridad difiere de las tecnologías inalámbricas anteriores, mientras que sus aspectos de virtualización e infraestructura compartida son únicos.

Estos nuevos avances la podrían hacer más vulnerable a los ataques, y por ende cada entidad involucrada tendrá que mejorar la seguridad para manejar las responsabilidades más amplias que hacen que el 5G sea tan atractivo.

Procesos industriales y ciudades inteligentes

Es un hecho que 5G será parte integral de los procesos de manufactura que harán parte de la Industria 4.0 o IoT industrial.

Las máquinas inteligentes trabajan juntas para hacer mucho más que un simple trabajo físico. En su lugar, recopilan, comparten y analizan datos con el fin de realizar un seguimiento de los productos y activos, monitorear la calidad del producto e identificar fallas antes de que ocurran (mantenimiento predictivo) y para que tales procesos no se alteren, la seguridad de los datos es crucial.

En cuanto a las ciudades, en las que el 68 % de la población mundial vivirá en el 2050, de acuerdo con cifras de la ONU, los planificadores urbanos con visión de futuro creen que su mejor esperanza radica en hacer que las urbes estén conectadas.

En una ciudad inteligente, una enorme red de sensores se encuentra dentro del entorno construido: en el mobiliario urbano, los sistemas de luz, los edificios e incluso las superficies de las carreteras. Estos sensores recopilan información, la procesan y luego la envían a la nube y a otros dispositivos para construir un mapa de datos del área.

Los planificadores urbanos pueden implementar la ciudad inteligente para gestionar mejor todos los aspectos de la vida cívica, como los flujos de tráfico, la recarga de vehículos eléctricos, la recolección de basuras y los sistemas de vigilancia en tiempo real (cámaras de seguridad, cerraduras conectadas, alarmas, etc.).

Esto se puede lograr programando objetos inteligentes para hacer ajustes en tiempo real, como recalibrar los semáforos para aliviar la congestión o incluso usar precios flexibles para aplanar las horas pico en los parqueaderos.

Carlos Cantor

Carlos Cantor

GeekAdicto
Ingeniero industrial apasionado por la tecnología. Colombiano amante de la cerveza. Adicto a los E-sports.