El mundo corporativo vive una transformación sin precedentes. En lo que va de 2025, 218 empresas tecnológicas han reducido su plantilla, adoptando las labores de 112.700 empleos a nivel global, según datos de Layoffs.fyi. Una muestra de esta tendencia se refleja en grandes compañías como Amazon, Intel, Microsoft, TCS y Accenture, quienes le han apostado a una tendencia irreversible: la automatización impulsada por la inteligencia artificial (IA).
En Colombia, el fenómeno avanza a gran velocidad. De acuerdo con estudios de Microsoft y SAP, el 69 % de las empresas colombianas anticipa un impacto significativo de la IA en sus operaciones, y el 54 % planea aumentar su inversión en tecnologías de automatización durante este año. En el área financiera, el cambio ya se siente: los equipos procesan cientos a miles de movimientos entre facturas, flujos de caja y conciliaciones que ahora pueden ser gestionados por LLM o agentes capaces de aprender, predecir y ejecutar en segundos.
La inteligencia artificial no llega de golpe, primero optimiza procesos, reduce errores y acelera flujos. El siguiente paso, inevitable, es asumir por completo tareas que antes dependían exclusivamente de la mano de obra humana. Esa transición, gradual, pero acelerada, es la que hoy está redefiniendo las áreas financieras en Colombia y en el mundo.
Frente a esta realidad, Payana ha liderado esta transición. Las grandes corporaciones están migrando hacia esquemas donde la automatización no solo reduce carga operativa, sino que transforma la arquitectura de sus flujos internos: lo que antes dependía de cadenas de validación humana ahora se ejecuta con trazabilidad total y decisiones en tiempo real. Las organizaciones más avanzadas están aprendiendo a integrar la IA como cerebro estratégico, mejorando las actividades realizadas por persona, optimizando el rendimiento de las operaciones.
La transformación del trabajo
“Los resultados que vemos con nuestros clientes muestran que la IA no solo acelera procesos: cambia la calidad del trabajo financiero. Con Payana, las empresas están reduciendo hasta un 96 % los errores en digitación y pagos, ganando un 73 % más agilidad en conciliaciones y aumentando entre 20 % y 45 % la productividad real de sus equipos. Además, el sistema garantiza 100 % de pagos deducibles gracias a la verificación automática de proveedores. Este tipo de impacto no es sólo eficiencia: es un nuevo estándar de control, precisión y confianza operativa que permite que las personas se enfoquen donde realmente generan valor”, afirmó Matías Umaschi, CEO de Payana.
En esta transición, la IA no es solo una herramienta más, se ha convertido en el eje de las decisiones estratégicas. Los flujos financieros, que antes se movían de forma lineal, entre validaciones, aprobaciones y reportes, hoy se sincronizan en tiempo real. La automatización permite anticipar desbalances, optimizar el uso del capital y reducir los márgenes de error que antes implicaban días de trabajo humano.
Un Cambio inevitable
“Estamos frente a un punto de inflexión. La IA está reemplazando funciones operativas, liberando inteligencia humana para otras funciones estratégicas. Lo que antes tomaba días hoy sucede en segundos, y eso redefine por completo la gestión de flujos financieros”, agrega Umaschi.
Mientras las compañías globales ajustan sus estructuras para adaptarse a la nueva era digital, el desafío en América Latina y particularmente en Colombia, es adoptar la IA antes de quedar rezagados. La automatización ya no es una ventaja competitiva, es un requisito de supervivencia empresarial.

